María Antonieta Lira Letelier, más conocida como Winnie, es una figura entrañable y emblemática del emprendimiento social en Chile. Su historia está marcada por la economía solidaria y su visión sensible de la resiliencia en los días oscuros de la dictadura, cuando su compromiso con la dignidad humana se tejió entre hilos, palabras y afectos. Las manos podían aportar en la sobrevivencia de muchas mujeres. Y así surgieron los cielos, las casas, los árboles de telas y un sinfín de cuadros colectivos que hablaban de la cruda realidad que se vivían en la dictadura chilena.
Nacida en una familia acaudalada, el 28 de mayo de 1940, Winnie convirtió ese privilegio en motor de cambio. Desde sus primeros pasos en el Comité de Cooperación por la Paz y luego en la Vicaría de la Solidaridad, se dedicó a acompañar a las familias de presos políticos. Allí descubrió y promovió el poder reparador del trabajo manual.
Fue jefa de Programa de Artesanía y luego jefa de Unidad de Talleres en la Vicaría, siendo una de las impulsoras de los talleres donde surgieron las famosas arpilleras, que más que bordados sobre sacos de harina, eran verdaderas crónicas valientes de la vida bajo la represión. En esos espacios, el dolor se entrelazaba con puntadas de colores y con retazos de ropa donada. Las participantes no solo encontraban un sustento económico, sino contención y de comunidad, donde se transformaba el duelo en denuncia y la angustia en fuerza compartida.
Con la misma empatía con que acompañaba a las mujeres, Winnie impulsó también la comercialización de las creaciones artesanales realizadas por presos políticos en cárceles y campos de concentración. Muchas de esas piezas viajaron al extranjero, ayudando a sostener a familias que enfrentaban una precariedad brutal.
Con la llegada de la democracia, Winnie no detuvo su labor. Fue la secretaria ejecutiva de la Fundación Solidaridad, un proyecto que extendió ese espíritu de resistencia y esperanza al emprendimiento femenino. Allí, las artesanas reciben capacitación práctica en diseño, calidad, puesta en valor y gestión de costos. Winnie promovió productos únicos —como las conocidas muñecas didácticas para planificación familiar— y abrió caminos para que las emprendedoras accedieran a licitaciones públicas con condiciones dignas, transparencia y organización colectiva. Desde 2002 es Ashoka Fellow.
Más allá de los números —ventas que se duplicaron en cinco años, ingresos familiares triplicados, más de 6.000 mujeres beneficiadas—, el verdadero legado de Winnie es humano. Supo armonizar el trabajo social con una visión estratégica del mercado, sin perder jamás el corazón del propósito. Solía decir que las tensiones entre lo social y lo comercial se resolvían “en las reuniones de los lunes”, porque era en el diálogo cotidiano donde se conjugaban la calidez humana y el rigor empresarial.
Hoy su huella vive en cada taller, en cada emprendedora que se levanta con fuerza renovada, en cada red de mujeres que sigue creciendo desde Santiago hasta Talca, Villarrica, Combarbalá y tantos otros rincones del país. Su modelo ha inspirado políticas públicas y campañas por la justicia económica, pero, sobre todo, ha dejado sembrada una certeza: el trabajo colectivo, tejido con amor y compromiso, transforma vidas.
Foto original extraída de entrevista a Winnie Lira, por Howard Richards y Ricardo Bilbao.
LINKS DE INTERÉS
Exposición “Arpilleras por la vida y sus derechos”. Javier Luis Egaña B. Presidente del Directorio de FUNVISOL.
https://bit.ly/4kZexJa
Emergencia de la economía solidaria: el tejido de las arpilleras chilenas en tiempos de dictadura
trabajosocialucen.wordpress.com+3p3.usal.edu.ar+3crespial.org+3
Entrevista a Winnie Lira, por Howard Richards y Ricardo Bilbao
chileufu.cl
Ashoka
ashoka.org+5changema.kr+5econo.unlp.edu.ar+5
https://www.ashoka.org/es-cl/fellow/winnie-mar%C3%ADa-lira-letelier
Testimonios de dignidad
https://opinion.cooperativa.cl/opinion/cultura/testimonios-de-dignidad/2023-09-15/091543.html