Un legado vivo
El 7 de diciembre de 1983, el Cardenal Raúl Silva Henríquez recibió la distinguida “Medalla Monseñor Óscar Romero”, otorgada por el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ). Esta distinción lleva el nombre de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, un sacerdote centroamericano asesinado por agentes del estado salvadoreño el 24 de marzo de 1980, en represalia por su fervorosa defensa de los derechos humanos.