El 15 de marzo de 1982, al llegar al aeropuerto Arturo Merino Benítez, por orden del Ministerio del Interior, es prohibido el ingreso al país del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien había sido invitado por el Cardenal Silva Henríquez a participar en un intercambio de experiencias con organismos de Iglesia.