El trabajo no es solo un medio de subsistencia, sino una expresión profunda de la dignidad humana. Así lo reafirma la enseñanza social de la Iglesia y la voz profética del cardenal Raúl Silva Henríquez en su histórica homilía del 1° de mayo de 1976.
La Iglesia ha enseñado que el trabajo une a hombres y mujeres a la obra redentora de Cristo. No se trata únicamente de un esfuerzo económico, sino de un llamado a transformar el mundo desde la creatividad, la solidaridad y la fe.
En su homilía por la fiesta de San José Obrero, el cardenal Silva Henríquez subrayó que las trabajadoras y los trabajadores no deben ser considerados como piezas de un engranaje económico, sino como sujetos dignos, responsables de su destino y constructores de una sociedad más justa.
La dignidad del trabajo y la urgencia de condiciones justas
El trabajo humano es sagrado porque prolonga la acción creadora de Dios. Por ello, el salario justo no puede quedar sometido solo a las leyes del mercado, sino que debe asegurar a cada familia condiciones de vida humanas y dignas.
Silva Henríquez recordó que negar una retribución adecuada es una ofensa grave contra la justicia y la solidaridad. El trabajo debe humanizar y no degradar; debe ser camino de realización, no de opresión.
Derechos fundamentales: participación y libertad sindical
La enseñanza de la Iglesia insiste en que toda trabajadora y todo trabajador tienen derecho a organizarse libremente en sindicatos, a participar en las decisiones que afectan su vida y, como último recurso, a recurrir a la huelga para defender sus derechos.
La voz de quienes sufren debe ser escuchada y respetada en toda construcción social. La justicia laboral es pilar esencial para una paz verdadera y duradera.
La presencia de la Iglesia junto a los trabajadores
Desde la Encíclica Rerum Novarum hasta las orientaciones del Concilio Vaticano II y los pronunciamientos de los Papas contemporáneos, la Iglesia ha caminado junto al mundo del trabajo, denunciando abusos y sembrando esperanza.
El cardenal Silva Henríquez reafirmó que la Iglesia no puede callar frente a la injusticia: su misión es ser conciencia crítica, iluminando el camino hacia sociedades más humanas.
San José Obrero
Chile, afirmó el cardenal, necesita reconstruir su unidad sobre la base de la justicia, el diálogo y el respeto mutuo. Las trabajadoras y los trabajadores tienen un rol irremplazable en este proceso: su experiencia, su esfuerzo y su solidaridad son cimientos para un país más fraterno.
Celebrar a San José Obrero es renovar el compromiso de construir un mundo donde todas las personas puedan vivir con dignidad, ejercer sus derechos y contribuir plenamente al bien común.
LINKS DE INTERÉS
Día del Trabajo de los ’70-‘80
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JESÚS, EL HIJO DEL CARPINTERO
https://www.vicariadelasolidaridad.cl/documentos/jesus-el-hijo-del-carpintero
MAYO DE 1974, HABLA EL CARDENAL SILVA HENRÍQUEZ
https://www.vicariadelasolidaridad.cl/sites/default/files/2023-05/VS0000692.pdf
MAYO 1983, SE CREA EL COMANDO NACIONAL DE TRABAJADORES
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DIGNIDAD Y UNIDAD: HOMILIA DEL CARDENAL ARZOBISPO DE SANTIAGO DON RAÚL SILVA HENRÍQUEZ
https://www.vicariadelasolidaridad.cl/sites/default/files/2022-01/VS0000063_0.pdf
HOMILÍAS DE LA IGLESIA DE SANTIAGO PRONUNCIADAS PARA EL 1° DE MAYO, FIESTA DE SAN JOSÉ OBRERO, DE 1974 A 1978
https://www.vicariadelasolidaridad.cl/sites/default/files/2022-01/VS0000692.pdf