Revista Solidaridad, agosto 1980

Este reportaje fue publicado en 1980 por la revista Solidaridad, en un contexto marcado por la falta de participación ciudadana y las restricciones a los derechos fundamentales durante la dictadura militar en Chile. A través de preguntas abiertas, reflexiones y un sondeo ciudadano, el artículo recoge visiones sobre el rol del Estado, la democracia y la necesidad de una nueva Constitución que asegure dignidad, justicia y participación para todas las personas. Rescatamos los testimonios que ahí se expresan como un reflejo de una historia cíclica.

¿QUÉ CONSTITUCIÓN LE GUSTARÍA?

Un rápido sondeo en la calle nos ayudó a aproximarnos a lo que piensan las personas consultadas al azar. Muchos señalaron que “prefiero que mi nombre no aparezca”. Otros reflejaban gran desinformación. Algunos piensan que de nada sirve una Constitución si no hay trabajo para todos.

Mientras unos se encuentran insatisfechos con los pasos dados en este sentido por el gobierno, otros reclaman un retorno a la democracia fundada en una reforma a la Constitución del 25.

Su opinión también es importante. Es necesario, entonces, hacer esfuerzos para que ella sea conocida y tomada en cuenta.

Testimonios:

Un estudiante: “Pienso que lo indispensable es que haya una Constitución verdaderamente pública. Yo no tengo idea, pero lo importante es que el país esté gobernado con justicia. Porque ningún país puede estar en las condiciones en que estamos en estos momentos”.

Mario Galvano, garzón: “Estamos bien, así que no necesitamos nada urgente. Tenemos trabajo, tenemos tranquilidad”.

Un empleado: “Creo que la Constitución está siendo mejorada, pero falta camino. Se está encaminando”.

Liliana Zúñiga, estudiante universitaria: “Yo sé que se está tratando de transformar el país para bien de los demás. No podría decir mucho más, porque no tengo idea”.

Mario Chacón, pensionado: “Yo estoy asegurado y recibo una pensión”.

Marcelo Fajardo, veterinario dedicado al comercio: “Que sea la mejor, que se pueda aplicar a todo nivel”.

Luis Contreras, gasfíter: “Así como estamos, ganamos más mal que bien. Que ganamos plata, estamos mal. Que ganamos plata, estamos bien. Con los sueldos que hay no se puede decir que estamos bien. Yo gano $1.360 con plan de descuentos, me quedo con $800”.

NN, vendedora de diarios: “Yo creo en la democracia. No sé hablar como uno que ha estudiado, pero sé lo que veo”.

Victoria Durán, estudiante de arte: “No tengo idea si la actual Constitución es suficiente. Y realmente no tengo la suficiente experiencia de vida cultural como para decirte acerca de qué va la Constitución”.

Luis Acevedo, vendedor: “La única Constitución que necesitamos es una que sea clara. La del 25, reforzada, mejorada, podría ser. Porque si no, volvemos a lo de antes”.

NN, donde no se identificó el rol: “Estamos llenos de autoridades, de beneficios. Necesitamos una Constitución con leyes claras, con reglas que se respeten, porque hay muchas normas que rige sólo el Presidente”.

Hugo Martínez, estudiante: “Una Constitución es la única manera en que el país avance. Lo que está ahora ya no representa lo que necesitamos. Ya no sirve”.

NN, vendedor ambulante: “Trabajo nada más. Una Constitución que sea para todos. Eso es lo esencial”.

NN, cesante: “Trabajo nada más. Una Constitución para que todos puedan vivir conformes”.

Miguel Castro, gráfico: “Lo que está ahora me parece lo mejor”.

NN, trabajador metalúrgico: “No tengo opinión, pero hay que entender bien. Hay que tener seguros. Esta forma que rige es la más justa”.

Juan Carlos Mella, comerciante: “Nunca me ha gustado mucho esto de la política, pero una Constitución más incluyente sería interesante”.

NN, egresado de Derecho: “No estoy conforme con el texto actual. Hay que actuar con el pensamiento de fondo, porque lo que se necesita es que uno crea en las leyes como prueba de ello. Si se pretende confiar en el gobierno anterior, hay problemas. No se puede confiar ciegamente en el texto constitucional”.