"El niño pasó la mañana observando la casa del caracol: era redonda y liviana (una casa perfecta, pensó). La niña pasó la tarde observando la casa del pájaro: era un nido, pequeño y tibio (una casa acogedora, pensó) La mujer pasó la noche observando la casa de la luna: era un cielo oscuro y profundo (una casa hermosa, pensó) Y a la mañana siguiente contaron a los demás lo que habían visto. También soñaron con la suya: una casa perfecta para el niño, una casa acogedora para la niña, una casa hermosa para la mujer. Y se alegraron porque sabían que era un sueño diferente a los demás, un sueño que se convertiría en realidad." Artículo 17. 1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. 2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
Datos de publicación
Fundación de Documentación y Archivo de la Vicaría de la Solidaridad, 2020